Jorge Bergoglio es el nuevo papa
Histórico. Francisco, como decidió llamarse, conducirá la Iglesia Católica en todo el mundo. En su primer mensaje habló de unidad. Se abre una nueva etapa plagada de desafíos.
Agregando, mientras la muchedumbre contenía la respiración: “Eminentíssimun ac Reverendíssimum Dóminum, Dóminum Georgium Marium Sanctae Romanae Ecclesiae Cardinalem Bergoglio, qui sibi nomen imposuit Franciscum (el eminentísimo y reverendísimo señor, señor Jorge Mario, cardenal de la Santa Romana Iglesia Bergoglio, que adoptó como nombre Francisco). Una cerrada ovación y gritos de “viva el papa” acogieron el anuncio. Poco después, precedido de la Cruz, se asomó al balcón central para saludar a los fieles e impartir la bendición Urbi et Orbi. Sus primeras palabras, en italiano, fueron: “Hermanos y hermanas, buenas tardes. Sabéis que el deber de un Cónclave es dar un obispo a Roma y parece que mis hermanos cardenales han ido a buscarlo casi al fin del mundo, pero estamos aquí”, en medio de los aplausos de los presentes y ondear de banderas argentinas. “Comenzamos este camino de la Iglesia de Roma, obispo y pueblo, juntos, en hermandad, amor y confianza recíproca. Recemos unos por otros, por todo el mundo, para que haya una gran hermandad. Este camino debe dar frutos para la nueva evangelización”, agregó. Señales. Francisco se presentó vestido con la sotana blanca y con la estola, pero sin esclavina roja. Según los observadores, esa vestimenta puede ser la muestra de que quiere ser un papa sencillo. El hecho de que se inclinara ante los fieles también fue visto en esa dirección.
Después, pidió a los fieles que pidan a Dios que le bendiga y tuvo palabras de recuerdo para Benedicto XVI, quien, según fuentes oficiales vaticanas, siguió la “fumata blanca”, el anuncio y la presentación del nuevo papa por televisión. “Recemos por nuestro obispo emérito Benedicto XVI. Recemos todos juntos por él, para que el Señor lo bendiga y la Virgen lo custodie”, agregó, tras lo que recitó el Padre Nuestro, el Ave María y el Gloria. Francisco impartió su primera bendición Urbi et Orbi, a la ciudad de Roma y a todo el mundo, y antes de marcharse pidió de nuevo que recen por él”.
Un largo camino. El nuevo papa acudirá hoy a la basílica de Santa María la Mayor, de Roma, muy unida a España, para rezarle a la Virgen. El vocero del vaticano, Federico Lombardi, informó de que la misa de inicio de pontificado será el 19 de marzo, festividad de San José, patrón de la Iglesia y que rezará ya este domingo el tradicional Ángelus. Lombardi destacó del nuevo papa su “testimonio evangélico y su estilo espiritual”, y la sencillez con la que se presentó ante los fieles. También el que provenga de Argentina, “de otro continente”, del continente americano, donde viven más de la mitad de los católicos del mundo. Con su elección se pone fin a una etapa de Sede Vacante de la Iglesia Romana, iniciada el 28 de febrero último, cuando se hizo firme la renuncia de Benedicto XVI. 1ª misa el 19 de marzo.
El martes, Francisco brindará su primera misa como Sumo Pontífice. El domingo encabezará el Ángelus.
............................................................... La tercera fumata fue la vencida A las 15.06 (hora argentina), el techo de la Capilla Sixtina del Vaticano dio la señal que el mundo cristiano esperaba. 115 cardenales comenzaron el martes a deliberar y un día después anunciaron a su nuevo líder. A partir de la “fumata”, la Plaza de San Pedro comenzó poco a poco a colmarse de personas que entraban en el abrazo arquitectónico que Bernini diseñó en el siglo XVII hasta convertirse en un superficie cuajada de paraguas y expectación. La espera se hizo corta, poco menos de una hora fue suficiente para que el cardenal protodiácono Jean Louis Touran saliese a la balconada de la basílica para anunciar la, hasta ese momento, secreta identidad del nuevo papa de la Iglesia Católica. ...............................................................
En cinco votaciones Esta vez fueron necesarias cinco votaciones para que la Iglesia tuviera nuevo líder. En 2005, cuando eligieron a Ratzinger, el cardenal alemán resultó ganador en la cuarta. En la primera había sacado 47 votos; en la segunda 65; en la tercera 72. Fue elegido como Benedicto XVI en la cuarta, con 84 votos. El total de cardenales electores, menores de 80 años, era de 115, como ahora. Las cuatro votaciones duraron, en horas, menos de un día en aquella ocasión. En aquel entonces, Bergoglio había sido el segundo candidato más votado. Tuvo que esperar 8 años más para llegar a lo más alto de la Iglesia Católica.